Con profundo dolor, pero con esperanza en Cristo resucitado, compartimos la triste noticia del fallecimiento de nuestro amado Santo Padre. Su vida fue un testimonio de entrega, humildad y amor al prójimo, guiando a la Iglesia con sabiduría y firmeza en la verdad del Evangelio.
En estos momentos de duelo, nos unimos como comunidad cristiana para elevar nuestras oraciones por el eterno descanso de su alma. Que el Señor lo reciba en Su gloria y premie su incansable labor al servicio del Reino de Dios.
Invitamos también a reflexionar sobre el impacto de su legado. Sus enseñanzas, encíclicas y discursos nos dejaron una profunda fuente de sabiduría teológica, social y moral, que ha enriquecido el camino de la Iglesia. Que su pensamiento nos inspire a buscar siempre la verdad, a dialogar con el mundo, y a formar nuestras conciencias a la luz del Evangelio.
Con sumo respeto al Dogma de la infalibilidad papal, lo cierto es que cada Santo Padre ha generado, con su pensamiento social, político, filosófico o económico múltiples conversaciones. En Unión Editorial nos hemos hecho eco de ellas, especialmente en una colección longeva como Cristianismo y Economía de Mercado.
Que este tiempo sea una oportunidad para renovar nuestro compromiso con la fe que él vivió con profundidad y pasión. Sigamos su ejemplo, manteniéndonos firmes en la esperanza, activos en la caridad y unidos en oración.
Que la paz de Cristo, que supera todo entendimiento, consuele nuestros corazones.
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