Fundación Civismo nació en 2009 en Madrid como un catalizador de ideas y acción, de la mano de su presidente, Julio Pomés, quien tenía la experiencia de haber fundado ya en 2002 una entidad similar en Pamplona. Los compañeros que le acompañaron en la singladura del nuevo think tank fueron Pedro Schwartz, Francisco Cabrillo, Carlos Espinosa de los Monteros y Juan Félix Huarte. Nació con la misión de defender la libertad personal bajo los principios del liberalismo clásico, escuela de pensamiento compatible con el humanismo cristiano.
Su campo de investigación se ha centrado fundamentalmente en la economía, con especial hincapié en las políticas fiscales, el empleo, las pensiones o el gasto público, aunque, de manera paulatina, ha expandido su ámbito de actuación para abarcar temas como el emprendimiento, la libertad de expresión, la educación o la digitalización.
Así, mediante esta labor investigadora, Fundación Civismo evalúa los efectos de las políticas económicas y sociales, los comunica a la opinión pública y propone alternativas. De este modo, facilita que los ciudadanos forjen su propio criterio, tomen sus decisiones con la máxima información posible y, por tanto, con mayor libertad.